Trato

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En los días más difíciles
trato de aprender a respirar de nuevo y a
pararme en Buenos Aires
como si no fuera una ciudad en ruinas.
El cuerpo se cansó, y la cabeza hoy
es positiva, todo se dio vuelta como un guante.
Que cambien los hábitos,
le digo al chico que robó un Marlboro y se sentó
en la escalera de un palacio.
Que lleguen las conversaciones
con mucha más fluidez que las oscuridades.

Y él me mira,
el gran ganador de todos aquellos días.
A él le parece obvio (yo me había olvidado)
que este momento iba a llegar.

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