Archive for noviembre 2016

La propiedad literaria

noviembre 24, 2016

En 2007, Pablo Katchadjian publicó su libro El Martin Fierro ordenado alfabéticamente. El libro era una alteración del Martín Fierro de Hernández bajo esta consigna: todos los versos del poema de Hernández se presentaban ordenados de la A a la Z. El resultado era un texto literario diferente, que habilitaba otros sentidos, otras junturas, y que priorizaba otros procedimientos (por ejemplo la repetición o anáfora) y otra concepción de la literatura. Como la obra retomada y alterada era un clásico del siglo XIX sobre el que ya no rige el derecho de propiedad, el caso sólo despertó el interés de unos cuantos poetas y de algunos narradores, para quienes el libro de Katchadjian era un experimento productivo, entretenido, estimulante. Cuando un par de años después circuló tímidamente, también en edición del autor, el libro El Aleph engordado, la cosa fue distinta. La alteración manifiesta de un texto de Borges ofendió a la derechohabiente María Kodama. Se abrió entonces un juicio que en su último capítulo, por estos días, acaba de conocer un fallo favorable a Kodama. Y que condujo a un juez, de acuerdo con su interpretación de la ley vigente para este tema (Ley 11.723), a procesar a Pablo Katchadjian por el delito de defraudación de los Derechos de Propiedad Intelectual. (more…)

Papá era un veleta

noviembre 9, 2016

Hay un tema que es una piedra en el zapato (un «escrúpulo», literal) para los que somos traductores literarios, y es cómo traducir un texto escrito en un registro muy coloquial o callejero. Eso que es alto slang si viene del inglés, alta gíria del portugués: ¿qué se hace con eso?, ¿qué actitud? Porque en esos casos una traducción fiel sería también, quiérase o no, una aclimatación (así de feo como suena), un transvasije insidioso de una salida popular carioca o neoyorquina a otra conurbana o, peor, ¡caballitense! Ni hablar de los riesgos colaterales: uno de ellos, el más palpable, es que el castellano coloquial que acabemos eligiendo para la traducción sea viejo, que atrase años (al fin y al cabo los traductores somos gente vieja; si fuéramos jóvenes escribiríamos poesía, no la andaríamos traduciendo). Esta es sólo la puntita teórica del quid, a la que se suma después la larga ristra de problemas puntuales, concretos, ante cada verso de un poema o una canción, ante cada párrafo que se traduce. No parece haber solución, porque, por otro lado, traducir limando slangs, pasándoles un blanco normalizador a los significantes, ya es del orden del crimen meditado a priori, ideológico, indiferente a la víctima.
Estas cuestiones siempre nos acompañan, elegir vivir con ellas tiene algo de elegir andar siempre por la casa con un repasador en la mano buscando la mejor forma de levantar una fuente que quema. (more…)